El maltrato a las mujeres.

Invito a todos quienes estén interesados en este tema, pero que sean valientes para encontrar nuevas respuestas a un problema social y familiar.

Hace tiempo que escucho las noticias sobre mujeres muertas por sus maridos. Y he visto cómo este tema ha ido cobrando vigencia e ignorancia.
Se cuentan las muertas como si fuese un dato importante. Y se señala a los hombres como los únicos responsables y malvados de este tema.
Estoy acostumbrada a opinar diferente. La opinión unánime es: las mujeres son víctimas, los hombres son victimarios.
Nadie quiere revisar un poco más la cuestión.
Hace unos años, leí Nuestra señora del rostro rasurado. Una obra magnífica de Juan Trigos en la que se habla de la brutal persecución y padecimiento de las mujeres a lo largo de la historia. Sin dejar de mostrar los matices que hay en este tema.
Hoy, he decidido montarla. Todas serán actrices, incluso haciendo papeles masculinos.
Estoy muy entusiasmada. He conocido mujeres maravillosas deseosas de comprometerse con la verdad. Y de ayudar a otras mujeres a salir de esta penosa forma de relacionarse.
Yo he sufrido violencia en mi casa paterna. Concretamente, mi papá me insultaba y algunas veces llegó a golpearme, empujarme o a tirarme cosas. Sé que lo mejor es sacar todo a la vista. Y también sé que soy yo quien decide cuánto tiempo paso al lado de alguien que traspasa los límites.

Desde su profesión, vivencias, contactos, todos pueden ayudar a que este proyecto fabuloso sea grande y que ayude a todos los que desean encontrar una nueva respuesta. Yo la encontré en el teatro, los invito a ustedes también.